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  UN DELANTERO HECHO A FUERZA DE GOLES
 

Samyr Baloyes: desde el potrero de Chocó a la algarabía en el Dépor

 

Un delantero hecho a fuerza de goles

 

El delantero colombiano que milita en el club aurirrojo afirma que sería todo un reto ponerse la camiseta del combinado cafetero. Aunque confiesa también que cuando se nacionalice, dentro de un año, le gustaría recibir el llamado para jugar, por qué no, en la selección Vinotinto

 

Ruben Odremán

 

Velocidad pura. En una, busca perfilarse hacia adentro para intentar sorprender de pierna derecha hacia el segundo palo, en la siguiente, regatea hacia afuera para tirar el centro. “El colombianito es bueno” dice una voz en las gradas, mientras el moreno que luce un nueve en su dorsal rojo y amarillo, las corre todas con la esperanza de recordar cada uno de los pasitos de la coreografía que tiene programada cuando la pelota bese las redes tras un remate suyo, en cualquier domingo de gloria y diversión.

 

Esa es la faena a la que Samyr Baloyes tiene acostumbrados a la barra del Deportivo Anzoátegui, siempre acompañado con una sonrisa que nunca desaparece de su rostro. Y pensar que cuando era un chiquillo que jugaba con los amigos se sintió atraído por el básquet y así lo admite cuando dice que “por ahí me llamaba un poco la atención el baloncesto pero nunca me llenó tanto como el fútbol”.

 

Hace veinte años la tierra de Chocó lo vio nacer. Un pueblo agricultor ubicado en la parte limítrofe de Colombia con Panamá que hace de ecuador para dividir a América central de la parte sur del continente. Ese departamento es uno de los pocos en Sudamérica que tiene costas en los Océanos Atlántico y Pacífico, esta es la razón de la segunda pasión de Baloyes que está involucrada con el mar. “La pesca siempre me llamó mucho la atención, me gustaba ir de pesca en mi tierra. Lamentablemente aquí no he tenido la oportunidad de ir a pescar, la verdad me gustaría hacerlo aquí porque me encanta”.

 

El colombiano es sencillo en su accionar tanto dentro de la cancha como fuera. Así lo demuestra cuando con simpleza trata de explicar lo que para él significa es el deporte rey, diciendo que “el fútbol lo tengo dentro de mí, creo que si no jugara mi vida no sería nada. Yo vivo para el fútbol y el fútbol vive para mí. Desde que arranque con este deporte se convirtió en todo, me ha dado todo lo que tengo y espero conseguir más y seguir trabajando para ser un gran profesional”.

 

Su historia futbolera

 

Siempre con la sonrisa que nunca lo desampara recuerda que empezó a enseriarse con el fútbol a los 13 años, cuando comenzó a ser convocado a las selecciones de su ciudad natal. “Luego se me dio la oportunidad de ir a la escuela Alexis García, que milita en la ciudad de Medellín y estuve jugando una temporada con ellos en la categoría juvenil. De ahí se me dio el pase al Deportivo Cali que fue el club donde me formé como jugador, desde la reserva hasta sentarme en el banco con el primer equipo, aunque nunca pude entrar al terreno”.

 

Por eso su debut como profesional llegaría estando en Venezuela. En la temporada 2004-2005, Baloyes fue uno de los refuerzos extranjeros del Monagas F.C., equipo en el que estuvo en seis partidos y tuvo una buena cuota de goles, cuatro. “De ahí recuerdo al profesor Franco Fasciana quien me dio la oportunidad de debutar. Aunque al finalizar la liga, y a pesar de que marque en los pocos encuentros en los que jugué, la directiva no quiso seguir con mis servicios y llegó el traspaso al Dépor”. 

 

El nueve del equipo del Anzoátegui confiesa que esa posición, la de atacante, no fue siempre la suya. Curiosamente la primera vez que lo colocaron de puntero, gracias al buen ojo de Fasciana, fue en nuestro país. “Mi posición era la de volante de segunda línea cuando estuve en la selección de Chocó y en la escuela de Medellín. Igual cuando llegué al Deportivo Cali me desempeñaba como mediocampista pegado a la banda. Y desde que llegué a Venezuela con el Monagas me colocaron de delantero y me ha ido bien, he marcado goles, me gusta esta posición me siento muy bien”.

 

Objetivos aurirrojos

 

Ahora Samyr pelea con el Deportivo por uno de los dos cupos que otorga la segunda división para ganarse un lugar en la máxima categoría del balompié nacional. Explica que no es una tarea fácil porque “la segunda división es una lucha constante, no es como la primera en la que encuentras más espacios para jugar, aquí es más trabado de mucho contacto en la mitad de la cancha. Por ahí se te hace complicado un poco las cosas porque son muchos equipos peleando por esos pocos espacios”.

 

Asimismo confiesa que en la temporada anterior no ascendieron por distracciones en un par de encuentros que el colombiano considera que eran fáciles. Además augura que cuando se acabe la liga el club va a ser de primera.

 

“Sabemos que la temporada pasada hicimos una gran papel en el campeonato, a pesar de que no pudimos subir por seis o tres puntos que perdimos en partidos tontos que pagamos caro luego. Yo pienso que este es el año porque nosotros tenemos un conjunto compacto como para estar allí. Estamos trabajando duro para eso y creo que cuando lleguemos nos vamos a mantener porque el plantel está fuerte y es de primer nivel”, asegura Baloyes.

 

Metas y sueños profesionales

 

Aunque tiene apenas veinte años mantiene la calma cuando expresa sus aspiraciones y sus metas para el futuro. Manifiesta que lo principal ahora “es salir goleador del torneo, espero contar la ayuda de mis compañeros porque sin ellos no puedo hacer nada en la cancha y luego por supuesto, lo más importante, estar en primera”.

 

Con cierta nostalgia confiesa que también le gustaría volver a jugar en el campeonato de su país, pero dice que es todo un reto porque el estilo de juego es muy diferente y de alto nivel. “Quisiera estar en esa liga porque es muy buena futbolísticamente, me gustaría estar con el equipo donde me formé con el Deportivo Calí o quizás con el Nacional o el América”.

 

Samyr Baloyes al igual que todos los atletas menciona que le encantaría defender los colores de su bandera. Señala que es un desafío, aunque reconoce que no es imposible representar a la selección cafetera. Además indicó que, “quizás en un año cuando me nacionalice pueda recibir el llamado en la Vinotinto. La verdad es que estoy muy contento de jugar en Venezuela y estoy muy agradecido que este país me está dando la oportunidad de demostrarme como deportista y, por qué no, algún día cuando tenga la nacionalidad llegue a la vinotinto”.

 

Apoyando al “9”

 

Juvencio Betancourt: Samyr es tremendo compañero, es un muchacho joven que está aprendiendo. Él le brinda al equipo mucha movilidad en el ataque y por supuesto lo más importarte es su aporte goleador.

 

Pablo Gómez: Es un muchacho muy tranquilo, un buen compañero que se adaptó muy rápido al grupo. Estamos muy contentos con él por ser una de las piezas claves en el campeonato pasado y seguro que lo va a ser en éste. No ha perdido la humildad que es muy importante para todos, porque eso hace que nosotros seamos solidarios con él y que él también sea solidario con nosotros, porque sin duda Samyr tiene claro que para que se le presenten ocasiones en el partido nos necesita a nosotros.

 

Carlos Horacio Moreno: Samyr es un excelente profesional y excepcional compañero, no tiene problemas con nadie, la verdad siempre positivo para el grupo. Es de muy poco hablar, cada vez que lo hace es para hacer una broma o algún chiste. Además es un jugador muy interesante por su edad, tiene muchas cosas por dar y por aprender todavía. Tiene condiciones para ser un delantero de primera división.

 

Énder Márquez: Es una persona para admirar, un muchacho bastante humilde a pesar de que es buen jugador. Samyr tiene sus metas claras y los pies bien puestos sobre la tierra. Como jugador es excepcional y eso es algo que demuestra en la cancha todos los domingos.





 

 
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